Capítulo 14 :)

Chic@s ayer no pude escribir, pero aquí os dejo el capítulo 14!! :) Os recuerdo que aún sigue el concurso de dibujos :) Un beso :)

Amanece en la Cornucopia con un sol radiante, me pongo en pie y despierto a los demás. Le pregunto al “enamorado” si sabe por donde ha ido su amiguita y me señala una dirección, así que, cuando tenemos todo en orden nos vamos, dejando al del 3 vigilando el campamento. Peeta nos guía hasta que llegamos a un barranco, por el que bajamos, y nos guía hasta que empieza a anochecer, y decidimos acampar. Al amanecer nos ponemos en marcha, esta vez hemos dejado de buscarla solo a ella, vamos a ver a cuántos tributos podemos matar, y a lo lejos vemos una pequeña fogata, será de algún tributo que está esperando a que le matemos, así que corremos hacia ella y le clavamos un cuchillo, ignorando sus súplicas. Una menos. Seguimos caminando un poco, pero como no oímos el cañonazo que anuncia su muerte, Glimmer se enzarza en una pelea con Marvel, hasta que Peeta dice que irá a rematarla para no perder tiempo, y cuando vuelve suena el cañonazo. Glimmer me pregunta que por qué mantenemos a Peeta con vida, y yo le respondo que para encontrar a la chica, y porque visto esto, es una buena alianza. Nos ponemos en camino, en busca de más tributos.

Está anocheciendo y no hemos encontrado a ningún tributo. Acampamos, y vemos el sello del capitolio, suena el himno y no ha muerto ningún tributo más, vuelve a sonar el himno y el sello, y el cielo queda despejado. A la mañana siguiente es inevitable no fijarse en la enorme columna de humo que se eleva en el lateral del bosque. Lo primero que me pregunto es quién será al que intentan llevarle al centro, y luego pienso que da igual, que el caso es matar a los demás tributos. Levantamos el campamento, y nos dirigimos hacia donde acaban las llamas. Nada, seguimos un poco más allá, y encontramos nada más ni nada menos que a “la chica en llamas”, salgo corriendo lo más rápido que puedo hacia ella, pero consigue salir del agua. Mientras corro grito:

-        ¡A por ella! ¡Ya la tenemos!

Todos me siguen gritando y vitoreando, mientras Peeta queda un poco rezagado, pero en este momento no me importa el “enamorado”, solo pienso en ir a por ella.

Cuando llegamos, ella ha trepado a un árbol, Glimmer dispara varias flechas, pero ninguna la alcanza, y me dispongo a trepar gritando:

-¡Voy a por ti!

Todos los demás gritan detrás de mí:

-¡Mátala Cato!

-¡A por ella Cato!

-¡No dejes que escape!

Cuando estoy subiendo, me escurro, no puedo llegar. De repente Peeta dice:

-Ya bajará, no se va a pasar ahí todo el tiempo, esperaremos aquí a que baje.

Tiene lógica lo que dice así que acampamos debajo del árbol al que ha subido.